Naturopatía


Consulta de Naturopatía:

En la consulta, el terapeuta debe emplear el tiempo necesario que se requiera en cada caso, con el máximo respeto y creando un ambiente relajado donde el paciente se sienta cómodo y en confianza. Durante la entrevista es fundamental realizar una anamnesis completa para analizar los antecedentes, circunstancias presentes y hábitos personales, así como el diagnóstico que ya tenga el paciente y las pruebas clínicas y analíticas realizadas. En función de esta información, se proponen las correcciones necesarias, terapias o tratamientos naturales que pueden ayudar a la persona a recuperar el equilibrio y la salud, importando más la propia persona y cómo vive su enfermedad que la enfermedad en sí. Este planteamiento permite prevenir futuras patologías, ya que de no detectarse y corregirse a tiempo ciertas tendencias y hábitos inadecuados acabarían por manifestarse tarde o temprano en el cuerpo físico como una disfunción o enfermedad.
 
La etimología del término Naturopatía tiene una raíz latina ("Natura" - Naturaleza) y otra griega ("Pathos" - sufrimiento / enfermedad), por eso se utiliza para definir la forma natural de tratar la enfermedad y el sufrimiento humano. Se basa en las Leyes Naturales a las que todo ser vivo está sujeto y cuando se transgreden estas leyes es cuando aparece la enfermedad. Hipócrates, médico de la antigua Grecia considerado como el "padre de la medicina", partía de un principio fundamental: "primun non nocere" (lo primero es no hacer daño) y de sus escritos parte la medicina alopática actual, aunque ahora los principios sean económicos. De él viene el juramento hipocrático o rito de iniciación de la medicina, al licenciarse los futuros médicos, justo antes de empezar sus prácticas. También es suya la famosa frase "que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento".

La Naturopatía trata las enfermedades con remedios naturales que no intoxiquen el organismo y su objetivo principal es el de fomentar la salud mediante la prevención, inculcando hábitos saludables, investigando sobre las causas que provocaron los desequilibrios físicos para tratarlos de un modo natural, sin agredir al organismo, de manera que el sistema inmunológico se fortalezca y sea estimulado para que el cuerpo genere por sí mismo los mecanismos necesarios para restablecer el equilibrio y recuperar la salud. Para ello se tendrán en cuenta tanto las causas físicas como psico-emocionales. Todos tenemos esta capacidad autocurativa, si la dejamos actuar.
 
La diferencia fundamental entre la medicina alopática o convencional y la medicina natural consiste en que para la primera, el médico es la figura de máxima autoridad y a la que corresponde la curación del paciente, que acostumbra a seguir el protocolo establecido, para ir tapando síntomas. Hay una tendencia generalizada a pensar que si uno está enfermo es por mala suerte o por genética y que nada se puede hacer, más que ponerse en manos del médico. Se cumple con su prescripción y no se cuestiona.
 
En cambio, la medicina natural parte de la base de que nadie cura a nadie y de que no existen enfermedades, sino enfermos, por lo tanto, es el enfermo quien tiene siempre la responsabilidad y la opción de curarse o no. Este otro punto de vista otorga al enfermo el poder que le corresponde. Sabemos también que todo, absolutamente todo, es genético ya que llevamos en cada una de nuestras células el código genético (información) de todos nuestros ancestros. Pero también sabemos que las enfermedades genéticas sólo pueden manifestarse cuando se dan las condiciones apropiadas, por lo tanto debemos hacer todo lo posible para que esas condicones no se den. El terapeuta interviene simplemente ayudando a la persona a tomar conciencia de aquéllo que le ha provocado la enfermedad, para que tome las medidas y realice los cambios oportunos para permitir que su organismo pueda recuperar la homeostasis (el equilibrio y la salud). También invita a prestarle atención al cuerpo y a "escuchar" los síntomas, más que a taparlos, ya que son el mensajero que nos avisa de que algo no va bien. La enfermedad no es un enemigo sino un sistema de alarma. Si no escuchamos y nos empeñamos en hacer callar al "mensajero", la próxima vez tal vez el mensaje de nuestro cuerpo nos hable de algo más grave. Al hilo de esta última frase, os recomiendo el libro "La enfermedad como camino" de T. Dethletsen y R. Dahlke y todos los vídeos de Enric Corbera que podáis ver sobre Biodescodificación.
 
Es de vital importancia la desintoxicación del organismo, una adecuada nutrición y unos hábitos de vida saludables que contribuyan a alcalinizar el PH del organismo, ya que las enfermedades hoy en día se producen por exceso de acidez extracelular. Una vez sentadas estas bases, ya se puede empezar a hablar de tratamiento, aunque en muchos casos ya no será necesario.

El naturópata o terapeuta debe tener buena capacidad de escucha y tratar a cada persona de forma personalizada, utilizando las técnicas que domine de entre tantas que engloban la medicina natural. Además de su formación, deberá tener un espíritu investigador y nunca dejar de interesarse por ampliar sus conocimientos.
 
Cuando tengáis una hora libre, os recomiendo que veáis este vídeo que trata sobre una interesantísima conferencia del Dr. Alberto Martí Bosch, una persona con una mente abierta y un desarrollado sentido crítico que no se conformó con lo que le contaron en la universidad. La conferencia trata sobre cómo afrontar el cáncer y cualquier otra enfermedad de forma holística: